Es una fiesta patronal, se celebra misa, procesión, baile y actividades deportivas e infantiles.
Fecha: 1 de mayo "Romería al Pinar de la Moya"
Fechas: 9 y 10 de mayo.
En el libro "Viaje a Serrada" Carlos Blanco. Avelino Hernández, podemos leer:Romería a la Ermita de la Moya, el lugar donde se encuentra la actual ermita de la Virgen de la Moya está íntimamente unido al nacimiento de Serrada. Allí hubo una pequeña iglesia que alojaba la imagen de la Virgen de los Remedios, una talla de madera policromada que posiblemente esté hecha por un discípulo aventajado de Gregorio Fernández. En este lugar, en medio de un pinar y tres kilómetros del pueblo, existió un primitivo poblado que entre los siglos XVI y XVII desapareció para dar origen a Serrada. De hecho la imagen de la Virgen fue llevada a la iglesia de Serrada hacia 1730.
La memoria Popular ha olvidado la advocación de la Virgen de los Remedios para bautizarla, si que nadie sepa los motivos, con el de la Virgen de la Moya. Lo que no ha olvidado es el primitivo emplazamiento de la imagen de la Virgen y por ello el día primero de mayo hacen en su honor una romería a la que acuden varios miles de personas.
Para los de Serrada está claro el motivo por el que hace ya más de doscientos cincuenta años se llevaran la imagen de la Virgen a su iglesia parroquial. La ermita de la patrona se erguía en los confines del pueblo, e un lugar disputado tanto por Serrada como por los de Valdestillas. Por si eso fuera poco la imagen allí alojada también era venerada por los vecinos de Ventosa de la Cuesta y Matapozuelos. Todas estas razones y sobre todo, la sospecha de que alguien lo haría primero, empujaron una noche a los habitantes de Serrada a llevarse a la Virgen a su pueblo, habiendo de disputarse a los de Valdestillas en incruenta pugna. Los de Valdestillas, eternos rivales, bautizaron poco después a su patrona Virgen del Milagro. Desde entonces dicen en Serrada que milagro no se la llevaron antes los del pueblo vecino.
El primero de mayo, a eso de las once, parte la procesión con la Virgen de la Moya hasta la ermita. La llevan en andas seguida del cura y los dulzaineros, tras ella todo el pueblo. No hay en Serrada tradición de subasta de las andas de la Virgen por lo que a lo largo del trayecto son varias las personas que portan la imagen. Pueden tardas más de una hora en recorrer los tres kilómetros que les separan del pinar y lo hacen con alegría y trasportando toda clase de viandas y garrafas de vino con las que pasar el día.
Llegados al pinar se celebra una ofrenda floral hecha por niños y una misa al aire libre tras la que se coloca a la Virgen en el interior de la ermita. Coincidiendo con ello se prenden decenas de hogueras en los pinares para aplicar en ellas parrilladas de lechazo o incluso alguna paella. Por la tarde después de comer y beber en abundancia, no son pocos los esforzados que compiten con la tanga o la calva. Los que confían más en su fuerza eque en la fina puntería practican el soga-tira.
Y así se va pasando la tarde de este primero de mayo. La tradición manda volver a subir la imagen de la Virgen de la Moya desde la ermita hasta la iglesia parroquial.
Pero como quiera que la fiesta es grande y lo mucho consumido hace estragos entre los romeros, no ha sido rara la vez que la Virgen, en vez de regresar en procesión, lo ha hecho cómodamente en una furgoneta.
El paraje es precioso. Es el ideal para una romería. O para la acostumbrada aparición de la Virgen a un pastor, como aseguran que ocurrió. Llegado a este punto alguno se preguntará donde está el inevitable pozo que siempre acompaña a las vírgenes aparecidas. Lo hay, muy cerca y con su brocal de piedra, pero medio hundido y seco.
La actual ermita se construyó en 1981 sobre las ruinas de la anterior. En su interior pude verse una pintura de Elvira Medina que presenta a la Virgen de la Moya. De la primitiva edificación apenas se conserva algún azulejo. En tiempos un pastor-ermitaño se encargaba de cuidar la ermita y el rebaño de la Virgen con el que se cubrir el gasto de la ermita.
El día 9 de mayo la Virgen vuelve a ser venerada por los vecinos de Serrada. Esta vez la sacan en procesión tras la misa de media mañana por las calles del pueblo. Desde la Iglesia Parroquial de San Pedro la llevan hasta el Pozo Bueno y desde allí bendicen los campos. Por la noche hay un abigarrado baile en la plaza y al día siguiente, también en el Pozo bueno, reñidos concursos de Tanga y de Calva que son seguidos con atención por grupos de aficionados, que entre comentario y comentario, dan cuenta de un aperitivo bueno, como ellos mismos dicen, a base de pastas y vino.